Medellín, fundada en 1675, fue una ciudad colonial y tranquila hasta comienzos de este siglo, cuando comienzo su transformación hacia el modernismo, proceso que ha tenido un proceso cada vez mas acelerado durante las ultimas décadas.
En el aspecto arquitectónico solo quedan unas pocas muestras del Medellín de antaño que contrastan en forma admirable con estilizadas torres de audaz arquitectura.
La ermita de la Veracruz construida en el siglo XVII, es un rincón del pasado en medio del movimiento que impone el aérea comercial que lo rodea.
El Parque de Berrio, considerado el corazón de Medellín, donde dice haber nacido todo Paisa que se estime, se conserva al lado de grades moles, cuyo tamaño no logra disminuir la majestuosidad que imprime la tradición, el Templo de Nuestra señora de la Candelaria, patrona de la ciudad.
El Palacio de la Gobernación, en otras épocas dimensiones grandiosas, es ahora el toque exótico en una zona de trafico intenso. La Catedral Metropolitana, una de las estructura de adobe mas grande del mundo, no es el edificio mas Alto de pero permanece imperdurable ante el paso del los años y el avance del progreso.[1]
Estas son quizás una de las muestras mas representativas del Medellín de Antaño, también cerca al centro de la ciudad se puede encontrar el barrio Prado considerado como patrimonio arquitectónico, en las décadas entre 1930 y los 50s, este barrio el hogar de las familias mas pudientes de Medellín. El valor arquitectónico de este barrio, esta en el hecho de que todas las casas fueron construidas utilizando estilos diferentes. Es fácil apreciar en el barrio diferentes estilos arquitectónicos como es oriental, republicana, colonial, belle epoque, neoclásicas, incluso kitsch, que los ricos de la época buscaban imitar después de sus viajes.
[1] Oficina de Convenciones y Visitantes de Medellín (1983. Agosto). Medellín. Editorial Albon S. A.
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